BRANDED (1950)

Un sello de hierro caliente con el título del film marca el cuero de una vaca, en ese plano de títulos podríamos resumir la historia que vamos a ver a continuación. Rudolph Maté compone en este western, una tragedia griega realmente oscura, que anticipa lo que Ford consagrará años más tarde con "The searchers". Un niño es raptado por un ladrón que lo pierde a manos de unos pistoleros mejicanos, la única prueba de reconocimiento es un tatuaje que el chico lleva en su brazo. 20 años después el raptor propone a Choya (Alan ladd) tatuarse para hacerse pasar por el secuestrado y conquistar el corazón de su nueva familia rica, para ser finalmente el único heredero. Hasta ahí la trama podría parecer la de un film noir, pero acá no hay refinados cigarrillos. ni femme fatales, sino tabaco mascado y mujeres inocentes. El problema comienza cuando ladd se encariña con sus "nuevos" padres, y su socio empieza a presionarlo. Cuesta creer que esta pieza fundamental para entender el tema de la identidad como uno de los tópicos pricipales a la hora de revisar el género, haya quedado totalmente aislada del puñado de películas que usualmente se escogen. El único inconveniente que podríamos encontrar es hacia el final, donde la narración pierde fuerza visual para resolver los cabos de manera un tanto simple. Sin embargo este detalle no empaña lo construído anteriormente. Excelentemente fotografíado por Charles B. Lang, esta película es una parada obligatoria para los amantes del género.